QUÉ SUERTE HA TENIDO EXCALIBUR, NO ERA AFRICANO Para los que nacen en la orilla equivocada del Mediterráneo, no hay compasión, ni piedad, ni sedantes. No hay manifestaciones ni revueltas. Ni siquiera un minuto de silencio. Ellos mueren como perros Excalibur era el nombre del perro de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que está manteniendo una lucha a vida o muerte con el virus del ébola en el hospital Carlos III de Madrid. Hace unos días los técnicos de la Comunidad de Madrid decidieron que Excalibur fuera sacrificado para evitar contagios, sin hacerle siquiera las pruebas pertinentes que aseguraran si sufría o no la enfermedad. Mucha gente se ha preguntado si realmente era necesario este sacrificio. Tal vez el perro no estuviera afectado, o tal vez se podrían haber tomado medidas de protección de otro tipo que no exigiesen su muerte. Incluso he escuchado a un reputado científico afirmar que hubiese sido más sensato dejarlo con vida como instrumento para la experimen...